Un encuentro…con dos partidos

Un encuentro…con dos partidos

Todas las expresiones negativas son válidas para decir cuánto dolor y tristeza sentimos los hinchas de Racing ante este resultado que lo deja nuevamente fuera de la Copa Argentina.

Podemos hablar de mala suerte y sería entendible, pero también podemos decir que no se pueden errar 3 penales y tendríamos cierta razón, con el agravante para los ejecutores de que su compañero Arias atajó 2 de los ejecutados por el rival.

Por eso este análisis debo separarlo en dos partes, porque como señalo en el título se jugó un encuentro…con dos partidos.

El primero de ellos dura 90 minutos más los agregados y ahí me pareció que Racing fue superior en todo sentido transformando el trámite casi en un monólogo, que obviamente era lo que se esperaba por el débil rival que lo enfrentaba, que no tenía ni juego ni resto físico para complicarlo, solo hacer todo lo posible para llegar al otro partido.

Obviamente Racing tenía la obligación de llevar el partido a un ritmo que fuera debilitando a Boca Unidos y eso lo comenzó a lograr más o menos a partir de los 10 minutos del primer tiempo, haciendo circular la pelota y tratando de llegar por los costados, juego que fue encerrando a un equipo que comenzó a pensar en los penales desde el primer minuto de juego.

Atrás no hubo problemas y por los laterales trataba hacerle daño con un mejor Soto que Pillud, que después fue tomando confianza y creciendo, con Marcelo Díaz, Solari y González que no tenían problemas para hacerse dueño de la mitad de cancha y con un Zaracho, que comenzó errando pases, pero fue mejorando su participación o a partir de los 20 minutos y arriba con “Licha” López que entró muy poco en juego y Cvitanich que estuvo bien en cuanto a recibir y asociarse pero errado para definir.

Así Racing fue gestando situaciones, a veces claras y optras no, que hicieron que el arquero rival se fuera agrandando, admitiendo que a veces sucede porque se pierde la calma para definir dentro del área.

Final del primer tiempo con empate, Racing lamentándose las oportunidades perdidas y Boca Unidos aferrándose al cero a cero.

El segundo período tuvo una lluvia más intensa, pero Racing siguió presionando, abriendo la cancha y buscando por afuera, Pillud, que terminó redondeando un gran partido, junto con Soto seguían siendo las salidas, y los centrales estaban en la mitad de cancha.

Racing seguía sumando oportunidades para abrir el marcador y muchos tiros de esquina, (¿porque siempre directos al área, no hay otra jugada?), pero el arquero de Boca Unidos ya era figura.

El cambio de Rojas permitió que Zaracho fuera más importante, Barbona y Domínguez encajaron sin problemas en el juego, pero el tema estaba en la definición y cuando esto no sucede, el dicho popular dice que “los goles que no haces en el otro arco, lo hacen en el tuyo” y casi sucede al final cuando en una distracción de Soto en un saque de banda, finaliza con un disparo al arco que Arias desvía muy bien.

Si entraba esa pelota creo que ahí se definía todo y realmente no se lo que hubiera preferido, porque lo de los penales ya me supera.

El otro partido es el de los penales.

Porque es un partido sin juego, no hay toque, no hay circulación y la presión no es alta ni baja, es mental e individual y entonces la jerarquía grupal y de contagio que da el juego, desparece y se transforma en algo personal, (como si fuera un single de tenis) porque pensemos que en un partido tradicional hay ejecutores designados y aquí están obligados varios más y no cualquiera patea un penal en una situación donde el equipo se puede quedar afuera de todo y entonces las cosas se complican, sobre todo para el favorito, porque juegan otras cosas.

Hoy Racing tenía la obligación de ganar desde todos los aspectos en los noventa minutos y aunque no estuvo tan mal lo que hizo (como dice Guido Kaczka en el Pantano), falló en lograr lo que le hubiera dado el triunfo en el primer partido, lo que le hubiera evitado ir al segundo, donde se igualan fuerzas, capacidades y posibilidades con el rival.

Es evidente que a Racing le cuesta superar estas circunstancias, es como que algo lo abruma y lo lleva al fracaso, por lo que hay que tratar de encontrar respuestas que lo lleven a superar estos síntomas negativos en definiciones por penales.

Hasta pronto.

Fuente

Lococo

Pascual

El hincha que hincha. Un hincha de Racing Club de Avellaneda, con todo lo que eso significa.

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