Racing no estuvo a la altura en los momentos clave
Cuando comenzó el año, Racing se preparó para afrontar la Copa de la Liga, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. A eso hay que sumarle el torneo local en el segundo semestre e instancias más decisivas de los otros certámenes si las hubiese alcanzado. Los resultados muestran que en ninguno de los momentos claves de este año, la Academia estuvo a la altura.
Racing afrontó la Copa de la Liga sabiendo que tenía que pelearla hasta el final, en la etapa de zonas hizo una excelente campaña. Tal es así que terminó primero invicto con un equipo que tenía una forma de jugar muy vistosa y despertaba ilusión. En los cuartos de final goleó a Aldosivi en el Cilindro, y en las semifinales el cuadro le deparó que el rival sea Boca. En ese encuentro la Academia fue ampliamente superior, sobre todo el primer tiempo, pero debido a la falta de eficacia en la definición, el partido se fue a la tanda de penales. A causa de que Emiliano Insúa y Enzo Copetti malograron sus chances, los de Avellaneda se quedaron sin nada. En situaciones tan determinantes como esa hay cosas que no te pueden ocurrir, no solo por los tiros desde los doce pasos, sino por el transcurso del juego.
En la Copa Argentina pasó los 32avos sin mayores inconvenientes y en los 16avos le tocó enfrentarse a Agropecuario. Con el aditivo de que si lograban vencer al conjunto que milita en la segunda categoría del fútbol argentino, en los octavos se cruzarían con Boca. Los de Gago comenzaron ganando el encuentro y parecía que no les traería problemas, pero tras quedar mal parados en dos ocasiones, el rival pudo dar vuelta la historia. La Academia lo intentó ir a buscar por todos los medios, pero no lo pudo empatar y la revancha con el Xeneize tuvo que esperar. Los futbolistas y el entrenador no entendieron como manejar la ventaja y lo terminaron pagando muy caro.
En la Copa Sudamericana tenía un grupo que en la previa parecía accesible. Es una realidad que como solamente pasa el primero de cada zona, es una competencia en la que no tenes margen de error. Racing comenzó bien con dos victorias pero en la tercera fecha perdió como visitante ante Melgar. Un resultado que después pudo acomodar ganando en Brasil ante Cuiabá y en el Cilindro ante el equipo peruano. Llegó a la última jornada primero con tres puntos de ventaja. Por ende, si empataba ante River de Uruguay en Avellaneda, se metía en octavos. Nuevamente erró goles insólitos y los uruguayos aprovecharon una de sus pocas posibilidades en el complemento para convertir y terminar venciendo a la Academia. Un club como Racing tiene que llegar mucho más lejos en esta clase de torneos.
La muestra final del hecho de no haber estado a la altura en instancias definitivas es lo que pasó ayer. Si bien es cierto que la Academia no llegaba primero, se encontró con una posibilidad inmejorable sobre el final de convertir el penal y ser el nuevo campeón. Pero debido a que algunos futbolistas como Copetti o Sigali no quisieron agarrar la pelota y encima el delantero se la sacó de las manos a Gabriel Hacuhe cuando se la quiso pedir a Galván, un futbolista con muy poco recorrido y experiencia en el club, que se lo deje ejecutar, el ex Huracán lo pateó muy mal y Racing terminó segundo de manera insólita e inexplicable.
Está cuestión de flaquear en los momentos determinantes es al que que como vimos se repitió a lo largo de todo el año. Claramente hay un mensaje que no le está llegando a este plantel o no están pudiendo manifestarlo adentro del campo, porque aunque parezca sorprendente sucedió en uno y cada uno de los partidos importantes. Son cosas que en un club tan grande como Racing, no pueden seguir pasando como si nada.
Periodista
Pablo Battistella
Periodista deportivo (TeayDeportea). Estudiante de Comunicación Social en la UBA. Fanático y socio de Racing y de Diego Milito.
