Juan Carlos Cárdenas, el hombre que hizo gritar a un país
A los 76 años se nos fue Juan Carlos Cárdenas. El «Chango» convirtió el gol más importante de nuestra historia.
El estadio Centenario de Montevideo se estremeció, se enmudeció brevemente ante lo sucedido. «Pensaba tirar cuando me pasó la pelota Rulli. El arquero se quedó parado porque creía que un compañero alcanzaría a marcarme, pero yo saqué un sablazo bárbaro», contó el Chango luego de su gol inmortal. Era el 4 de noviembre de 1967.
Si tú mamá o tu papá te llevaban a la cancha era probable que se emocionaran al verlo. El Chango era accesible, humilde, nunca negaba una foto y era un agradecido del cariño que le profesaban los hinchas. El mismo caso si ibas con tu abuelo o con tu abuela.
Había nacido el 25 de julio de 1945 en Santiago del Estero. Con 12 años comenzó su carrera en el club Laureles del barrio Triángulo y luego pasó a Unión de la Liga Santiagueña. A los 17 años llegó a Racing y debutó el 26 de febrero de 1962 vs Nacional de Uruguay por Copa Libertadores (2-2 con goles de Marchetta y Cárdenas). Así formó La Academia: Negri, Anido, Mesías, Blanco, Peano, Sacchi, Oleniak, Marchetta, JUAN CARLOS CÁRDENAS, Sosa y Belén.
Otra de sus hazañas (tal vez un poco opacada por su gol inmortal) fue atajar un penal. El 22 de agosto de 1971 vs Rosario Central. El arquero Rubén Guibaudo fue expulsado y el Chango ocupó su lugar. El delantero Gramajo ejecutó la pena máxima pero fue desviado por el improvisado arquero.
Entre 1962, 1964/72 y 1976 jugó 321 partidos y convirtió 92 goles. Además con 12 es el segundo goleador en Copa Libertadores detrás de Norberto Raffo.
En 2014 fue nombrado Personalidad Destacada del Deporte por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ganó 3 títulos como jugador (Campeonato de Primera División 1966, Copa Libertadores y Copa Intercontinental de 1967) pero el título más importante es quedarse para siempre en nuestros corazones.
¡Vuela alto Chango Cárdenas!
Periodista
Richard Simón Martínez
Periodista UAJFK. El fútbol se juega con los pies y se siente con el corazón. Guardiolista de la primera hora.
