Otra lamentable actuación del Racing de los dirigentes

Otra lamentable actuación del Racing de los dirigentes

El equipo que ¿dirige? Claudio Úbeda fue de excursión a La Paternal, donde perdió 2-0 con Argentinos Juniors desde los dos minutos del primer tiempo. El amor propio de Sigali y Cáceres, lo único rescatable de un lamentable rendimiento de un equipo que se cae de la clasificación hasta de la Sudamericana.

 

Gabriel Arias (5): Lo fusilaron en el primer palo a los dos minutos gracias a las gigantescas concesiones de sus compañeros. Está expuesto, si no fuera por él los resultados serían más humillantes.

Juan José Cáceres (4,5): Defensivamente volvió a ser permeable, pero lejos está de ser de lo peor del equipo, aunque en cada derrota le quieran cobrar derecho de piso y que pague los platos rotos. Tuvo vergüenza deportiva y construyó algunas jugadas que se diluyeron en cuanto la pelota llegó a los pies de sus compañeros.

Leo Sigali (5): El líder del equipo, con bronca y el orgullo herido, avanzó con la pelota y quiso hacer algo para remachar el papelón. Es lamentable que sus –probablemente- últimos partidos en el club sean de esta manera.

Mauricio Martínez (2): Volvió a jugar después de mucho tiempo y continuó restando crédito para seguir en Racing. Una marca desvergonzada y amateur en el 1-0 y ningún acierto importante en 90 minutos. Los de Pumas se avivaron justito.

Eugenio Mena (2): Quizás sus molestias físicas sean el motivo de su increíble pasividad defensiva esta tarde. En el 1-0 lo pasaron fácil y volvió al trote; en el 2-0 perdió a Kevin MacAllister sin poner oposición. Después salió con una lesión física, una pena porque es de los pocos con nivel para jugar en Racing.

Aníbal Moreno (2): Regalado por sus compañeros del medio, sobrepasado por los rivales y su falta de noción defensiva. Algún pase al costadito y poco más.

Carlos Alcaraz (3,5): Intentó hacer algo, lo cual ya lo transforma en lo mejor de los cuatro volantes. Se le notan las condiciones y está listo para sumar minutos en Primera, pero en este contexto se terminará quemando.

Ignacio Piatti (1,5): Si la cancha es grande a él le queda gigante, si es chica los rivales se lo comen, si entra con el partido empezado no logra meterse y si va de arranque la intensidad rival lo supera. Su paso por el club ya es un sinsentido, lamentable. Al final, los Romero tenían razón…

Tomás Chancalay (2,5): Pierde pelotas simples en cualquier lugar de la cancha, no vuelve, no marca, no ayuda, no desborda y ya ni es peligroso. Lo ponen en un sector donde difícilmente rinda, pero él aporta poco. Su continuidad en 2022 no debería estar tan garantizada si va a jugar esto.

Darío Cvitanich (2): Como en gran parte de los partidos que jugó en los últimos 18 meses, la exigencia de Racing supera el nivel que puede dar, aunque en un contexto mejor su calidad podría aprovecharse de otra manera.

Javier Correa (2): En Arsenal no le ganaría el puesto a Albertengo, en Central Córdoba sería suplente de Milton Giménez, en Platense estaría detrás de Mansilla y Baldassarra y en Aldosivi miraría a Cauteruccio desde el banco. En Racing es titular vaya a saber uno porqué. Encima lo tendrían que haber expulsado por un codazo irresponsable.

Fernando Prado (4): Entró por la lesión de Mena cuando Úbeda podía hacer algo un poquito más audaz. Pero no es culpa del juvenil. Él aportó su sacrificio habitual y el amor propio no contagiado de la desidia del resto.

Gastón Viera (4): Úbeda lo hizo debutar posiblemente más para la estadística que por una conveniencia futbolística. Entró rociado en nafta y el pibe respondió con habilidad en los pies. Interesante para contextos más favorables.

Iván Maggi: En la manía del técnico por mandar juveniles a la cancha, el Chino lo hizo con voluntad. Peleó, intentó un remate en el final que se desvió en un defensor.

Leonel Miranda: Erró un pase a 90 centímetros apenas entró.

Maxi Lovera: La única razón lógica para que haya desaparecido y juegue un restito de minutos por partidos radica en el entrenador. En soledad, gambeteó a quien se le puso por delante, algo que ningún jugador hizo en todo el partido.

Claudio Úbeda (2): Si vino a dar una mano, no lo está haciendo. Por su bien debería dejar el cargo para que el bronce no se resquebraje más. El equipo cada día juega peor, sus planteos no tienen sentido, sus cambios tampoco. Armó un medio sin marca, después tiró a todos los juveniles que tenía a mano en un contexto pésimo. Su ciclo es lamentable y los máximos responsables son Víctor Blanco y su séquito.

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