El Club

«Fuegos de junio» se presentó en Racing

Ayer, en el segundo piso de la sede de Avellaneda, presentamos con el Departamento de Cultura e Historia el libro Fuegos de junio, un compilado de textos acerca del 24 de junio que van desde el deporte hasta la cultura popular.

Fueron de la partida Juan Stanisci y Lucas Jiménez, editores y escritores de la mayoría de los textos del libro. También son creadores de Lástima a nadie, maestro, un medio autogestivo surgido hace cinco años que ya va por su segundo libro (el primero fue Crónicas maradonianas). Moderó Loli Insúa y antes hubo música de la mano de los chicos de Abzurda.

Juan cerró la charla de la siguiente manera:

«Más allá de la presentación en sí, es para valorar el hecho de que un club le abra las puertas a dos personas que no son hinchas para presentar un libro que, si bien menciona personajes ligados a La Academia, no es sobre Racing en sí. los clubes también pueden ser esto. Vehículos culturales en sus barrios. Espacios para pensar la vida de las comunidades que los componen. Al menos, esa es la ventaja y el potencial de que aún sean Sociedades Civiles. Ojalá más clubes abran sus puertas de esa manera esta clase de eventos».

Y en esa frase resumió el espíritu del Departamento de Cultura e Historia.

En lo que va del año presentamos cuatro libros; realizamos un torneo de truco, una exposición de fotos; pasamos películas para les pibes en vacaciones de invierno y estrenamos cinco documentales tendientes a reivindicar la rica historia del club en sus diferentes disciplinas. Además, se sacó una revista digital, se acompañaron las actividades de Cultura AFA y se dictan diferentes cursos casi todos los días de la semana.

Todo en una sede donde las máquinas de gimnasio y las oficinas impersonales cada vez toman más protagonismo.

Pero seguimos ocupando los espacios que nos dejan —y los que no también—, soñando con un Racing para el socio, aportando nuestro granito de arena para devolverle la vida social que nunca tendría que haber perdido.

Porque creemos que, aunque vengan cincuenta, diez o una persona a cada evento, si esa persona se va con algo adentro de ella, la misión está cumplida. Y así el fuego de Racing siempre va a seguir prendido.