El primer domingo que vuelva el fútbol hay que estar en el Cilindro

«El primer domingo que vuelva el fútbol hay que estar en el Cilindro»

Ruben Paz habló con La Comu vía InstaLive. Recordó su paso por Racing, lo interesante de su llegada a pesar del contexto, su actualidad y el objetivo de trabajar en el club. Al final de la charla hizo un pedido especial a los hinchas de Racing. 

De los mejores «10» que vistieron la camiseta de La Academia, Rubén Paz habló en exclusiva con la Comu y contó cómo Uruguay vive la actualidad que azota al mundo entero: «Estamos de a poco queriendo volver a la normalidad. Ya el presidente dijo que quiere que la economía vuelva a activarse», contó. Y demostró el compromiso frente a la pandemia a pesar de todo: «De las ocho semanas, salí dos veces. Estoy con mi señora y mi hijo Gonzalo, los tres la vamos llevando. En Artigas tengo a tres hijas, cuatro nietos y uno en camino y se extrañan un montón».

Sin fútbol, el ídolo racinguista contó la rutina familiar: «Leo libros de todo tipo, principalmente de autoayuda. Estuve con el de Simeone. Ahora estamos con la serie que miramos con Gonzalo (su hijo), la de Chicago Bulls, ‘El último baile'».

El uruguayo eligió hablar de sus comienzos y confesó que su sueño era ser Alberto Spenser, el delantero ecuatoriano y goleador histórico de Peñarol en los ’60. Y amplió con respecto al fútbol de la Argentina: «De chico, en Artigas, mamamos mucho el fútbol argentino. Leíamos y veíamos las fotos de El Gráfico que devolvíamos al vendedor porque no teníamos plata para comprarlo, también mirábamos jugadas en ATC».

Rubén Paz llegó a Racing en un contexto complicado en cuanto a la economía del club y luego de ascender, su zurda generó idolatría en los hinchas: «Me genera muchísima alegría haber pasado por este club, era un momento muy complicado económicamente y en su estructura, pero lo bueno en todo ese contexto es que teníamos al Coco y al Panadero», expresó. «Juan Carlos Crespo me convenció de venir de Francia a Racing. Tuve la suerte de ser presentado en el 87, debutar y a los pocos días hacer un gol. Y ahí comenzó la ola de ‘El Uruguayo
‘ con la gente», dijo. Además, remarcó cómo se sintió con el equipo: «Encontré una familia de buenas personas y grandes jugadores. Teníamos terrible cuadro».

Por otro lado, conpartió: «En las concentraciones se iban generando amistades, tuve la posibilidad de cruzarme con uruguayos como Italo Ortiz y Chupete Vázquez, que también me ayudaron en la convivencia». Y no dejó de lado el valor que tiene el plantel que logró el título internacional: «Toda esa generación no se olvida, fui parte, cumplí, me gustaba entrenar, concentrar, ser el mejor en lo individual y ser protagonistas en lo colectivo». En relación a esto, más adelante mencionó lo importante que es para un futbolista la elección del esfuerzo: «Si un juvenil quiere triunfar y jugar en Primera, primero le tiene que gustar. Si le parece un sacrificio levantarse temprano, por ejemplo, que se dedique a otra cosa. Tiene que llevarse bien con el grupo, llegar con buena onda, el compañerismo es fundamental».

El diálogo con el uruguayo continuó con el crecimiento de aquel plantel: «El entorno era jorobado, el club, el poder estar al día y cumplir con los jugadores, todo era complicado. Yo agarré un buen momento, el equipo venía castigado, pero tenía una motivación». Y amplió las buenas experiencias al recordar hazañas: «Cuando fuimos a jugar con Central en Arroyito hacía 16 años que Racing no ganaba ahí, se cortaron muchas rachas, con Deportivo Español pasó lo mismo». Además, destacó el trabajo de aquellos años y mencionó que «Los entrenamientos de antes no eran como ahora, nos íbamos a lugares en los que por suerte nadie se lesionaba, ahí no había pelota, era solo físico».

Con respecto a la magia de sus tiros libres, mantuvo la humildad, «Uno no nace con eso, trae algo, pero se va a haciendo con confianza, con el trabajo y con la edad».

A su vez, fue consultado sobre la importancia y el trabajo de juveniles y ejemplificó: «Fijate Messi, por distintas razones se fue a Europa. Nadie le sacó lo que él llevo, al contrario. Alimentaron todas esas ganas de jugar y esas gambetas. Lo mismo le pasó a Diego. A veces los entrenadores en vez de potenciar a los jóvenes, los frenan o le dejan de lado eso que pueden dar», y agregó que «Hay chiquilines que tienen una habilidad enorme y los mismos entrenadores de inferiores le van quitando juego».

Llegando al final de la comunicación, el uruguayo compartió su deseo de formar parte de La Academia: «Me encantaría estar adentro de Racing, aportar de todos los lugares posibles. A veces se precisa un buen oído, una buena conversación. No es solo en el plantel profesional, la problemática más grande está en inferiores. Juegan mucho las personas que están vinculadas al jugador y a veces esos factores dificultan el buen juego», dijo.

Por otro lado, mostró su cariño por el club de Avellaneda en una comparación con un ex club donde también es muy querido:«El Inter de Porto Alegre es un club de pueblo, tiene la identidad del hincha con el club como tenemos nosotros, los hinchas de Racing».

Para cerrar, dejó su mensaje a todos los racinguistas: «A la gente de Racing le quiero mandar un beso grande, a la gente grande que se cuide mucho, que se queden en casa, que el primer domingo que vuelva el fútbol hay que estar en el Cilindro».

Periodista

Sofía Antonacci

Licenciada en Comunicación Audiovisal (UNSAM) - Periodista especializada en Deportes (ISEC) - En Política Racing - Socia 32078 #YoMilito - Maradoneana

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