El clásico fue de Copetti

El delantero de la academia se llevó todos los flashes al convertir el gol del triunfo en la última jugada del partido.

Racing llegaba al cotejo frente a Independiente con más dudas que certezas. Luego de realizar un correcto encuentro ante River, cayó de manera drástica en condición de local contra Godoy Cruz. Esto hizo repensar a Juan Antonio Pizzi y su cuerpo técnico para meter mano, volver a las bases ordenando y así ordenar el equipo de atrás para adelante.

Metiéndonos de lleno en la figura del partido, Enzo Copetti demostró nuevamente las ganas y la voluntad con la que ingresa al campo de juego a defender la camiseta de Racing. Si bien en la etapa inicial no logró conectarse mucho en el partido, lo mejor de él se observó en el complemento. En primera instancia, realizado el trabajo sucio de aguantar a los centrales para luego descargar para un compañero mejor posicionado atrás y luego siendo el generador de las jugadas más peligrosas.

Lo tuvo dos veces en el segundo tiempo. Ambas pelotas provenientes desde un tiro de esquina. Ante un centro envenenado de Maximiliano Lovera que no pudo conectar y después un cabezazo anticipando al arquero rival que pasó apenas al lado del palo.

Pero lo que lo consagró como el más destacado del partido fue la ejecución del penal. Con menos de una decena de encuentros con la camiseta de la academia, tomó la pelota en el minuto 50, sin ponerse nervioso y sin dudar, acomodó el balón junto al palo para que sea imposible de atajar.

Párrafo aparte para lo realizado por Juan Cáceres y Eugenio Mena. El surgido del predio Tita Mattiussi en el primer tiempo y el chileno en el segundo fueron los artífices de los mejores ataques del conjunto de Juan Antonio Pizzi.

Racing se quedó con los tres puntos en el clásico de Avellaneda de manera merecida ya que fue el único que arriesgó un poco más en busca de la victoria. Tercero al hilo y sin perder hace casi cuatro años. Hay que seguir trabajando y hay muchas cosas por mejorar, pero este es el momento de disfrutar de ser el dueño de Avellaneda.

Foto: Racing Club