Copetti conmigo

Por la cuarta fecha de la Copa Superliga, Racing le ganó 1-0 a Central en Avellaneda consiguiendo los primeros tres puntos de la era Pizzi. El equipo hizo los méritos suficientes para ganar y resultó ser un bálsamo para el equipo, sobre todo para su cuestionado entrenador. Enzo Copetti marcó el único gol de la noche y se mostró nuevamente como lo mas destacado de La Academia.

La misión era única y no había margen para el error: ganar. Tras la humillante derrota ante River por la final de la Supercopa Argentina, todos los cuestionamientos apuntaban a una sola persona, Juan Antonio Pizzi.

Posiblemente, un nuevo resultado adverso en esta jornada, hubiese decidido la suerte del santafesino. Que volvió a echar mano en el equipo realizando varios cambios de un partido a otro.

Para este duelo ante Central, eligió iniciar con un equipo ágil del medio hacia adelante, con jugadores dinámicos y habilidosos como Chancalay, Lovera, Copetti, Moreno y Alcaraz.

El primer tiempo fue parejo y chato. La iniciativa siempre estuvo de la Academia de Avellaneda, pero se arrastraba el déficit de partidos anteriores:  la capacidad y lucidez para generar situaciones de gol. Pese a esto, la dupla Chancalay – Copetti se mostró muy activa y fue una preocupación constante para la defensa canalla.

Para el complemento, Racing salió mas decidido a meter a Central en su área. Presión alta y constante. Pizzi metió mano para el primer cambio, Fabricio Dominguez por un cansado Anibal Moreno.

Hasta que llegó el desahogo. A los 19’, un córner de Lovera fue cabeceado en el vértice del área chica por Copetti para poner el 1-0 y adelantar a La Academia. Se gritó fuerte.

Enseguida, Pizzi volvió a echar mano al banco para reforzar con piernas frescas al equipo. Adentro Melgarejo y Mauricio Martínez. Racing se retrasó unos metros pero comenzó a contar con espacios para liquidarlo de contra. Chancalay lo tuvo de tiro libre, Alcaraz en una buena jugada individual. Copetti siempre se las ingenió para preocupar.

Pero antes que festejar hay que saber sufrir. Para los minutos finales, perdido por perdido, Central se fue con todo al ataque. A lo que salga. Y en ese barullo tuvo algunas claras para empatarlo, sobre todo un cabezazo del gigante zaguero Ferreyra que pasó a milímetros del palo derecho de Arias.

Para estirar el sufrimiento, Mastrángelo (de  flojo partido) dio siete (¡!) minutos. Pero el triunfo llegó al fin. El primero de la era Pizzi. Ojalá sea el comienzo de una buena racha.

Después de tantas malas, claro que hay cosas para destacar, aunque tampoco demasiadas: la actitud del equipo, hacerse cargo del protagonismo, no perder la paciencia y defender con todo una vez lograda la ventaja. En el plano individual, nuevamente Copetti fue lo mas destacado del equipo y ya se está convirtiendo en la grata revelación académica de este 2021.

Pizzi tomó aire para seguir esperando que el equipo levante, ahora sí, de una buena vez.